El Primer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a Francisco Javier Ortiz Araya a la pena de 5 años y un día de presidio efectivo, accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, en calidad de autor del delito tentado de homicidio simple de carabinero en el ejercicio de sus funciones. Ilícito cometido en febrero del año pasado, en la comuna de Lo Prado.

En fallo unánime (causa rol 272-2022), el tribunal –constituido por los jueces Claudio Henríquez Alarcón (presidente), María Laura Gjurovic Manríquez y María Isabel Pantoja Merino (redactora)– condenó, además, a Ortiz Araya a la pena de 61 días de reclusión efectiva y la accesoria de suspensión de cargo y oficio público durante el tiempo de la condena, como autor del delito consumado de lesiones leves a carabinero en el ejercicio de su cargo.

En la causa, el tribunal decretó la absolución de Ortiz Araya del cargo formulado en su contra por el Ministerio Público, que le atribuía responsabilidad en el delito de porte ilegal de arma de fuego.

Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e incorporación en el registro nacional de ADN de condenados.

El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que aproximadamente a las 03:45 horas de la madrugada del 5 de febrero de 2022, la víctima, el cabo de Carabineros Felipe Vargas, “(…) realizó un control de identidad preventivo respecto del acusado, quien se encontraba en la esquina de Neptuno con Reina Maud, en la comuna de Lo Prado. El acusado entregó un nombre que no le correspondía, huyendo del lugar al momento en que lo anterior fue descubierto, siendo seguido por la víctima y alcanzado cuando intentaba escalar el portón de acceso a un inmueble, momento en que el acusado le mordió la muñeca derecha al funcionario, tomó el arma de servicio de la víctima, correspondiente a un revólver marca Taurus que mantenía guardada y asegurada en su funda, para forcejear con la víctima, quitando el seguro al arma y percutiendo un tiro que dio al pavimento”.

A consecuencia de la agresión, la víctima resultó con lesiones leves consistentes en mordedura, hematomas y excoriaciones en brazo.