El Pleno de la Corte Suprema y cerca de cien invitados participaron en la ceremonia de despedida de la Fiscala Judicial del máximo tribunal Lya Cabello Abdala, quien el 20 de agosto cesó en su cargo al cumplir 75 años de edad.
Al homenaje asistieron ex presidentes y ministros de la Corte Suprema, presidentes/as de Cortes de Apelaciones, fiscales/as judiciales, funcionarios y familiares, entre otros.
El presidente de la Corte Suprema destacó su extensa trayectoria que incluyó cargos como jueza de Letras de Río Negro, secretaria del Segundo Juzgado del Crimen de Santiago, relatora de la Corte de Apelaciones de Santiago, jueza del Decimonoveno Juzgado Civil de Santiago y ministra de la Corte de Apelaciones de San Miguel, de la que llegó a ser su presidenta.
“Creo no equivocarme al decir que la impronta de doña Lya Cabello en la Fiscalía Judicial de este tribunal se hizo presente desde un inicio, otorgándole visibilidad y abriendo paso a nuevas tareas de este órgano, generando notorios cambios que reposicionaron la labor que cumplía dicha entidad en nuestra Corte Suprema”, dijo el presidente Fuentes. Enfatizó la labor de fiscalización de recintos carcelarios, el fortalecimiento de la Fiscalía como órgano que substancia las investigaciones disciplinarias en el Poder Judicial, su trabajo en el Consejo Directivo de la Academia Judicial, en la Asociación de Magistrados y la tarea de supervisión de las declaraciones de patrimonio e intereses.
“En definitiva, durante estos últimos años la Fiscalía Judicial ha logrado visibilización y espacios de actuación, que además de ser plenamente armónicos con sus competencias, han hecho posible mejorar sistémicamente los procesos en que se ven involucrados. Y en ese proceso de cambio y de posicionamiento de la importancia de los roles de fiscalía en el Poder Judicial, doña Lya ha ejercido un liderazgo indudable”, resaltó.
Algo en que todos coincidieron es la destacada personalidad y energía que la ex fiscala colocaba en todos sus proyectos. “Pero no sólo sus valores profesionales cuentan para hacer muy especial esta despedida y reconocimiento. También la calidad humana de Lya es sobresaliente. Puedo dar fe de su inteligencia, su enorme alegría y optimismo frente a la vida, su paciencia para ejecutar proyectos y obtener resultados positivos, su empatía frente a las situaciones que afectan a sus compañeros de labores y colaboradores y su inagotable energía para pensar y ejecutar nuevos desafíos”, concluyó el presidente Fuentes Belmar.
Luego, Lya Cabello hizo un emotivo discurso. “El ejercicio de nuestra función es duro, pero siempre estamos para apoyarnos y ayudarnos. Ha sido una hermosa familia”, dijo al enumerar todas sus destinaciones en los 42 años de servicio.
Mencionó con especial cariño, su labor en la Asociación Nacional de Magistrados y el Instituto de Estudios Judiciales. “El trabajo gremial es importante, no solo por los beneficios que cada asociación aporta a sus miembros, sino, en nuestro caso porque es la mejor forma de manifestar nuestras opiniones, inquietudes y deseos como jueces”.
Al finalizar, hizo un extenso desarrollo de su rol como Fiscala Judicial. “Confieso que fue uno de los momentos más hermosos”, dijo.
“Cuando llegué, su objetivo y fin no estaba del todo claro. Mas bien se alzaban las voces para que se terminara. Hoy creo que nadie duda del valor que tiene contar con un órgano formado por jueces de carrera que cumpla funciones de fiscalización al interior del Poder Judicial. En eso queda un gran camino, mucho que estudiar y que aprender. La fiscalización y revisión permanente de nuestra conducta funcionaria es indispensable”, resaltó.
“Me voy con un Poder Judicial que está dispuesto a reconocer y apoyar a las mujeres que formamos parte de este equipo; sé que no todos estamos de acuerdo en todo, pero hemos avanzado mucho. El que las mujeres llegáramos a la Corte Suprema es muy importante, pero tenemos que seguir subiendo a los cargos de ministros; pero tan importante como ello es que nuestra institución reconozca la diferencia de género, porque somos diferentes, lo somos, y me alegro mucho de ello. Pero eso permite que las mujeres, sobretodo las más jóvenes, puedan ejercer su función con mayor tranquilidad y resguardo, lo que en definitiva redunda en beneficios para el propio sistema”.
Durante la ceremonia, el presidente Fuentes le entregó a Lya Cabello la distinción de Medalla al Mérito Judicial.