Presidente de la Corte Suprema: Los abogados deben actuar “desprovistos del prejuicio y de barreras”

18-noviembre-2022
“En este nuevo camino que hoy emprenden serán innumerables las reglas, disposiciones, decisiones judiciales y administrativas y doctrinas que deberán tener en cuenta a la hora de ejercer su profesión. Sin embargo, existen ciertos principios y valores que siempre serán importantes tener presentes durante toda vuestra trayectoria laboral. Y existe uno del que poco se habla respecto de la abogacía, pero que tiene un estrecho vínculo con nuestra profesión: la tolerancia”, dijo.

El presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes Belmar, aseguró que la tolerancia es un atributo que constituye un deber de toda persona; pero mayormente exigible para quienes ejercen la profesión jurídica.

Estas palabras las entregó en una nueva ceremonia de juramento de abogados y abogadas que hoy – viernes 18 de noviembre- congregó en el Palacio de Tribunales a 88 postulantes de Santiago.

“En este nuevo camino que hoy emprenden serán innumerables las reglas, disposiciones, decisiones judiciales y administrativas y doctrinas que deberán tener en cuenta a la hora de ejercer su profesión. Sin embargo, existen ciertos principios y valores que siempre serán importantes tener presentes durante toda vuestra trayectoria laboral. Y existe uno del que poco se habla respecto de la abogacía, pero que tiene un estrecho vínculo con nuestra profesión: la tolerancia”, dijo.

Recordó que esta semana se conmemoró el día mundial de la tolerancia, concepto que “no consiste en indulgencia o indiferencia, sino en el respeto y en el saber apreciar la riqueza y diversidad de las culturas del mundo y las variadas formas de expresión de los seres humanos, asumiendo que ella no se queda en un deber moral, sino que alcanza un deber político y jurídico para las personas, grupos y estados, exigiendo a estos últimos dictar las reformas legales pertinentes para asegurar la igualdad de oportunidades de todos los individuos y grupos de la sociedad”.

“Ciertamente, la tolerancia es un atributo que a estas alturas constituye un deber de toda persona; pero estimo que en el caso de quienes ejercen la profesión jurídica ese valor es mayormente exigible, no sólo en tanto dicho concepto se relaciona directamente con el propio acto de confianza social que implica la investidura de abogado o abogada, sino porque desprovistos del prejuicio y de las barreras que nos impidan reconocer a los otros y otras como iguales en dignidad y derechos, podemos ejercer con mayor exactitud y excelencia la defensa de sus derechos. No por casualidad en su Decálogo del Abogado, Couture aborda expresamente este atributo como un valor fundamental de quien ejerce la abogacía, aconsejando al abogado o abogada tolerar la verdad ajena en la misma medida en que se quiera ser tolerada la propia”,  finalizó.

 

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