Un grupo de once postulantes juró hoy –viernes 3 de diciembre- en la Corte de Apelaciones de Temuco como nuevos abogados y abogadas, a través de videoconferencia desde la Corte Suprema, en donde se encontraban el presidente Guillermo Silva, el Pleno de ministros y el secretario Jorge Sáez. 

Los postulantes, formados en casas de estudios superiores de la jurisdicción Temuco, llegaron a primera hora para participar en la instancia, encabezada por el presidente (s) del tribunal de alzada, ministro Carlos Gutiérrez Zavala y el secretario (s) Martín Fernández Aguayo. 

Bajo estrictas medidas de seguridad por la crisis sanitaria, los licenciados debieron someterse a control de temperatura corporal al ingreso al edificio, portar mascarilla durante toda la ceremonia y se dispuso además de alcohol gel para lavado de manos y se ubicaron en sillas con distancia social. Asimismo, no pudieron ingresar con acompañantes para evitar el riesgo de contagios de coronavirus, entendiendo que de acuerdo a la resolución 591 exenta del Minsal, que asimila la entrega del título como un acto de atención de público del tribunal de alzada.

A su debido turno, antecedidos por los postulantes de Arica, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Rancagua y Concepción, los juramentados de Temuco pronunciaron un estruendoso “sí, juro”, convirtiéndose en nuevos profesionales del derecho: Fernanda Alarcón Riquelme, Pedro Badilla Hormazábal, Nicole Bernal Riffo, Karen Castillo Meier, Camila Coloma Coliñir, Paulina Huinca Carilao, Felipe Méndez Huentenao, Roxana Meza Olave, Ignacio Saavedra Moenne-Loccoz, Ignacio Soto Fernández y Valery Ulloa Ulloa. Seguidamente juraron los postulantes desde la Corte de Apelaciones de Punta Arenas y desde los distintos salones de la Corte Suprema.

Luego del cierre de la transmisión oficial, el presidente (s) de la Corte de Apelaciones, Carlos Gutiérrez, felicitó a los nuevos juristas en nombre del Pleno de ministros y de los integrantes del tribunal de alzada, haciendo extensivos sus parabienes a sus familias y personas significativas que aportaron en su formación, y los invitó a ejercer la profesión con compromiso social, integridad y responsabilidad, a fin de contribuir a la paz social y a la convivencia democrática, entregándoles el diploma que los certifica como abogadas y abogados.