Un grupo de nueve postulantes juró hoy –viernes 15 de octubre- en la Corte de Apelaciones de Temuco como nuevos abogados y abogadas, a través de videoconferencia desde la Corte Suprema, en donde se encontraban el presidente Guillermo Silva, el Pleno de ministros y el secretario Jorge Sáez.
Los postulantes, formados en casas de estudios superiores de la jurisdicción Temuco, llegaron a primera hora para participar en la instancia, encabezada por la presidenta (s) del tribunal de alzada, ministra Cecilia Aravena López; el relator Martín Fernández Aguayo y el secretario (s) Christián Álvarez Barrios.
Bajo estrictas medidas de seguridad por la crisis sanitaria, los licenciados debieron someterse a control de temperatura corporal al ingreso al edificio, portar mascarilla durante toda la ceremonia y se dispuso además de alcohol gel para lavado de manos y se ubicaron las sillas con distancia social. Asimismo, no pudieron ingresar con acompañantes para evitar el riesgo de contagios de coronavirus, entendiendo que de acuerdo a la resolución 591 exenta del Minsal, que asimila la entrega del título como un acto de atención de público del tribunal de alzada.
A su debido turno, antecedidos por los postulantes de Antofagasta, La Serena y Concepción, los juramentados de Temuco pronunciaron un estruendoso “sí, juro”, convirtiéndose en nuevos profesionales del derecho: José Manuel Aguilera Riquelme, José Humberto Aliquintui Flores, María Constanza Avendaño Valenzuela, Ronald Héctor Carrasco Torres, Silvana Ester Igor Ulloa, Ítalo Andrés Mella Contreras, Adrián Eduardo Neira Ulloa, Ricardo René Ormazábal Nader y Gabriela Andrea Valdebenito Arriagada. Seguidamente juraron los postulantes desde los distintos salones de la Corte Suprema.
Luego del cierre de la transmisión oficial, la presidenta (s) de la Corte de Apelaciones, Cecilia Aravena, felicitó a los nuevos juristas en nombre del Pleno de ministros y de los integrantes del tribunal de alzada, haciendo extensivos sus parabienes a sus familias y personas significativas que aportaron en su formación, y los invitó a ejercer la profesión con compromiso social, integridad y responsabilidad, a fin de contribuir a la paz social y a la convivencia democrática, entregándoles el diploma que los certifica como abogadas y abogados.