Presidente de la Corte Suprema inauguró diplomado sobre litigación oral de la Universidad de Chile

20-agosto-2021
El presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva Gundelach,  dictó la clase inaugural  de apertura de la segunda versión del diplomado de Postítulo en Litigación Oral Estratégica, del Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

El presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva Gundelach,  dictó la clase inaugural  de apertura de la segunda versión del diplomado de Postítulo en Litigación Oral Estratégica, del Departamento de Enseñanza Clínica del Derecho, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

La presentación del presidente se denominó “Reformas procesales. La oralidad, luces y sombras”.

Entre las temáticas abordada por Silva Gundelach estaban: reformas procesales en Chile, oralidad, oralidad y reforma procesal civil, rol del abogado en los procesos orales .

Sobre este último punto señaló: “Para jueces y juezas, las reformas procesales penal, de familia y laboral han generado necesidades de capacitación sin precedentes, para dedicarse a tareas exclusivamente adjudicadoras y, muy fundamentalmente, para la dirección de audiencias, siendo estas el instante y método de recolección de información que le permitirá a ese juez o esa jueza emitir una decisión de calidad y ajustada a derecho”.

“Para el abogado y la abogada litigante –dijo-, en tanto, el advenimiento de las reformas procesales de las que hablé al inicio de mi exposición, y, con ellas, el cambio o tránsito desde los procedimientos escritos hacia los orales, exige de abogados y abogadas el desarrollo de nuevas destrezas de las que en algún momento se creyó que estos profesionales del derecho podrían prescindir: me refiero a la palabra hablada, a la argumentación y contra argumentación en audiencias, a la confrontación de ideas que se exponen directamente ante el juez o la jueza”.

Puntualizó que “para el desarrollo de esas habilidades no se precisa únicamente de la formación universitaria, sino de mucha práctica. Abogados y abogadas han debido asumir responsablemente el desafío de perfeccionar la técnica del alegato, de la oratoria, del discurrir ya no solo a través del papel, sino de la palabra hablada Esto ha significado un giro trascendente para la profesión legal”.

“Importante es recordar –y quise dejar para el final de mi alocución este punto- que todo perfeccionamiento de la profesión legal debe siempre considerar que el sistema de justicia y la confianza que la ciudadanía deposita en este, exige de todos los actores, pero muy principalmente de abogados, abogadas, juezas y jueces, ajustar su conducta a la dignidad de la justicia, al respeto de los derechos fundamentales de la persona humana y a la lealtad y buena fe procesal. Las posturas meramente estratégicas deben ser censuradas, y se deben desarrollar en su lugar dinámicas más colaborativas, que permitan la realización del ideal de justicia. Desde luego, debemos –y por eso felicito la realización de diplomados como el que hoy inauguramos- incorporar y  profundizar entre las destrezas de la profesión legal la solución colaborativa de los conflictos. Esto –la profundización de los sistemas adecuados de resolución de conflictos y su integración como parte de la formación de abogados y abogadas- es algo en lo que todavía tenemos mucho camino por recorrer en nuestro país”, dijo el presidente.

“El proceso –no debe olvidarse- no es sólo “cosa de partes”. Es necesario equilibrar los intereses privados de los litigantes con los intereses públicos o generales, que atienden a la correcta administración de justicia”, concluyó.

La ceremonia se efectuó el martes 17 de agosto vía telemática.