Ministro Vicente Hormazábal dicta clase magistral en ceremonia de la Universidad de Valparaíso

18-diciembre-2025
Con la exposición de la clase magistral “Las pericias en causas de Derechos Humanos”, el presidente de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, ministro Vicente Hormazábal, participó en la ceremonia solemne de entrega del diploma del postítulo en Peritaje Social de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso.

Con la exposición de la clase magistral “Las pericias en causas de Derechos Humanos”, el presidente de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, ministro Vicente Hormazábal, participó en la ceremonia solemne de entrega del diploma del postítulo en Peritaje Social de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso.

La actividad, realizada en el auditorio del tribunal de alzada porteño y en la que catorce estudiantes recibieron sus diplomas, contó con autoridades de la universidad como el director de la Escuela de Trabajo Social, Mauricio Ureta; y autoridades regionales como la secretaria regional ministerial de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez.

En su intervención, el presidente de la Corte de Valparaíso compartió sus conocimientos y experiencias en peritajes cuando se desempeñó como ministro con dedicación exclusiva en causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de La Serena para la región de Coquimbo, a partir de septiembre de 2015 y, luego desde 2017 a 2024 para todo el norte del país abarcando las jurisdicciones de Arica, Iquique, Antofagasta y Copiapó.

Luego de ser presentado a la audiencia por la coordinadora del diplomado, Cecilia Porto, el presidente de la Corte porteña se refirió a la importancia y significado de los derechos y garantías universales que desde mediados del siglo pasado rigen a nivel global, el papel que han tenido en Chile y su aplicación en diversos procesos ocurridos a partir de 1973 en el país.

El presidente Hormazábal reconoció la importancia de las pericas sociales en esas indagatorias pues los derechos humanos se relacionan con instrumentos que permiten determinar la vulneración de los mismos, como es el caso del Protocolo de Estambul, un manual internacional que establece estándares para evaluar si una persona ha sido torturada, proporcionando pruebas forenses y psicológicas válidas para la justicia.

“Hablándoles del protocolo de Estambul comenzaron a pasar por mi mente muchas de las jornadas de investigación y de interrogatorio que tuve con testigos, con víctimas e incluso con los propios acusados. Era un instante en que la lógica me llevaba a investigar de esa manera aplicando estas técnicas de investigación que luego surgen constantemente, pero que están escritas y establecidas en este protocolo donde tuvieron colaboración muchas entidades de todo el mundo dedicadas a la defensa de los derechos humanos. Cada uno de esos aspectos tiene su explicación y su materialización de lo que yo pude hacer, incluso con aquellas personas a quienes se les preguntaba sobre los métodos de tortura y acrecentaban o le añadían cosas, pero se podrían establecer hechos comunes por el contexto que daban todas las personas que estuvieron en el mismo sector y que sufrieron las mismas torturas”, recordó.

Respecto de esas indagaciones, precisó que “hay que tener un expertismo para interrogar, para preguntar y muchas veces las víctimas no lo dicen porque no se lo han preguntado correctamente. Yo usaba las preguntas aclaratorias que es la que nos permite el Código Procesal Penal, y trataba de obtener esa información a través de esas consultas”.

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