El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, encabezó una nueva ceremonia de juramento en el Palacio de Tribunales, instancia en la que reflexionó sobre la importancia de la justicia sanitaria en el marco del Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal, que se conmemora el 12 de diciembre.
Durante su intervención ante los nuevos profesionales, el ministro Blanco destacó que la salud integral de la población es un pilar del progreso colectivo y que su resguardo requiere de una institucionalidad sólida y de la participación activa del mundo legal.
Al respecto, la autoridad judicial enfatizó la naturaleza multidisciplinaria de esta garantía fundamental: "La cobertura sanitaria universal no es únicamente un reto técnico, clínico o económico; es también un desafío jurídico. Exige marcos normativos que protejan a los más vulnerables, políticas públicas que prioricen el bienestar de los individuos, mecanismos de fiscalización, sistemas de responsabilidad y garantías efectivas que permitan reclamar el derecho a la salud cuando este sea amenazado o vulnerado".
Asimismo, el presidente del máximo tribunal hizo un llamado a garantizar la equidad en el acceso, advirtiendo sobre las consecuencias de la exclusión: "No se trata únicamente de ampliar la infraestructura o aumentar la oferta de servicios, sino de garantizar justicia sanitaria: que nadie quede excluido por su condición social, edad, lugar de residencia, origen o situación económica".
Finalmente, la autoridad instó a los nuevos abogados y abogadas a trabajar para cerrar las brechas existentes, recordando el impacto social de la inequidad en salud: "Las enfermedades no tratadas, la falta de acceso a medicamentos, las listas de espera o la imposibilidad de costear un tratamiento no solo dañan la vida individual, sino que erosionan la cohesión social, aumentan la desigualdad y generan quiebres profundos entre quienes le es posible pagar por un tratamiento y aquellos que sencillamente no pueden hacerlo".