Una veintena de periodistas de diversos medios de comunicación de prensa, radio y televisión participaron en el conversatorio “Crimen organizado, opinión pública y debido proceso: una conversación necesaria”, organizado por la Dirección de Comunicaciones de la Corte Suprema y del Centro de Justicia de Santiago.

En la jornada expusieron el juez del Segundo Tribunal Oral en lo Penal de Santiago Eduardo Gallardo; el director de la Unidad Especializada en Crimen Organizado y Tráfico de Drogas, Ignacio Castillo; y la subdirectora de la Unidad de Crimen Organizado, Tania Gajardo; ambos de la Fiscalía Nacional.

En el encuentro se abordaron los desafíos y responsabilidades de los medios de comunicación en la lucha contra el crimen organizado, específicamente la cobertura de causas.

En ese aspecto, Ignacio Castillo señaló que el poder de los medios es un arma de doble filo, sobre todo en esta era digital, en donde estas organizaciones hacen ostentación del lujo y poder a través de videos o la música. “El mismo medio de comunicación que puede denunciar o prevenir, también puede, sino se maneja con ética, amplificar y glorificar ese estilo de vida”, señaló.

Agregó Castillo que por ello es importante al momento de informar “no revelar datos de operativos que pongan en riesgo vidas, contextualizar la violencia, con una cobertura que humanice a las víctimas y no a los victimarios y priorizar el análisis (flujos financieros y mecanismos de corrupción) por sobre el morbo”.

El magistrado Eduardo Gallardo dijo que “tratándose de crimen organizado, es particularmente sensible el qué se informa y el cómo se informa (…) conlleva y supone un cierto grado de responsabilidad porque el impacto de no hacer bien la pega, quienquiera que sea, es tremendamente perjudicial para la sociedad en su conjunto”.

En tanto, para Tania Gajardo, si bien el derecho a informar es crucial en una sociedad democrática “el ejercicio de él en la interacción con el crimen organizado debe tomar algunos resguardos como no engrandecer el mensaje de estas organizaciones, cuidar a periodistas, equipos y fuentes y no denigrar a las víctimas”.

“No es dejar de informar, es hacerlo de manera cuidados y de acuerdo con el fenómeno”, concluyó.