El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, encabezó hoy una nueva ceremonia de juramento de abogados y abogadas, instancia en la que destacó la figura de Andrés Bello y la vigencia de su pensamiento para el ejercicio de la profesión jurídica en la actualidad.
En su discurso, la autoridad judicial vinculó este hito profesional con una efeméride fundamental para el mundo jurídico e intelectual de la República: el natalicio de Andrés Bello, ocurrido un 29 de noviembre de 1781. El ministro Ricardo Blanco recordó que Bello encontró en Chile un "suelo fértil para convertirse en uno de los espíritus más influyentes de la cultura, el derecho y de nuestra identidad nacional", desempeñándose como jurista, humanista, diplomático y primer rector de la Universidad de Chile.
"El modo en que Bello ordenó el mundo jurídico chileno fue ejemplar, pues, no solo contempló reglas, sino también un método y un espíritu", señaló el presidente de la Corte Suprema. Agregó que el redactor del Código Civil entendió que el país requería "certeza jurídica, herramientas para resolver conflictos de manera civilizada y un sistema racional de normas que permitiera crecer sin desorden ni arbitrariedades", explicó.
El rol ético del abogado
Durante la ceremonia, el presidente Blanco enfatizó que la figura de Bello adquiere un "relieve especial" para las nuevas generaciones de abogados, recordándoles que el derecho "debe ser un puente entre las personas y la ley, no un muro que sólo expertos puedan atravesar".
Asimismo, hizo un llamado a los nuevos profesionales a desempeñar la profesión de forma "honesta y leal", manteniéndose atentos a los cambios de un mundo en desarrollo. "El abogado es un colaborador de la administración de justicia, en consecuencia, debe emplear una elevada calidad moral y ética en todas sus actuaciones, unido a una consciencia crítica, que genere cambios positivos en su comunidad", afirmó.
Hacia el final de la ceremonia, el ministro exhortó a los juramentados a llevar el legado de Bello "como una brújula ética y técnica que los oriente en todo momento hacia la rigurosidad y profesionalismo". También les instó a que su formación integral les permita construir "confianza pública y compromiso auténtico con el bien común", actuando siempre con rigurosidad y sensibilidad social.
"Les exhorto a que procuren, a lo largo de su trayectoria profesional, aportar de manera relevante al progreso y bienestar de la sociedad, ya que, en última instancia, esa es la verdadera razón y sentido de este juramento", concluyó el presidente.