María Francisca Silva Villafranca presta juramento como relatora titular de la Corte de Concepción

07-agosto-2025
María Francisca Silva es abogada de la Universidad de Concepción (UdeC) y cuenta con un magíster en Derecho Privado. Además, ejerce la docencia en pre y postgrado en las universidades San Sebastián y UdeC. Inició su carrera judicial en agosto de 2019 como jueza suplente en el Juzgado de Familia de Coronel. Su primer cargo titular lo obtuvo el 10 de septiembre de 2010, cuando fue nombrada secretaria del Juzgado de Letras y Garantía de Curanilahue.

En presencia de colegas y familiares, María Francisca Silva Villafranca juró hoy –jueves 7 de agosto– ante el presidente de la Corte de Apelaciones de Concepción, Camilo Álvarez Órdenes, y el secretario (i) Rodrigo Tapia Peña, como relatora titular del tribunal de alzada.

María Francisca Silva es abogada de la Universidad de Concepción (UdeC) y cuenta con un magíster en Derecho Privado. Además, ejerce la docencia en pre y postgrado en las universidades San Sebastián y UdeC. Inició su carrera judicial en agosto de 2019 como jueza suplente en el Juzgado de Familia de Coronel. Su primer cargo titular lo obtuvo el 10 de septiembre de 2010, cuando fue nombrada secretaria del Juzgado de Letras y Garantía de Curanilahue.

También realizó suplencias como jueza en los tribunales de Familia de Concepción, de Garantía de Talcahuano, Letras y Garantía de Curanilahue y en el 3° Civil de Concepción. A su vez, ejerció, en calidad de titular, como jueza de garantía en Lota, Tomé y Chiguayante, donde trabajó hasta el actual nombramiento.

Sobre este nuevo cargo, la magistrada mencionó que “estoy muy agradecida por todo el apoyo que se me ha brindado desde el inicio de mi carrera en el Poder Judicial. Desde febrero de 2024 que estaba ejerciendo el cargo de relatora, primero como suplente y desde diciembre de 2024 como interina y ha sido un crecimiento profesional increíble. He aprendido demasiado, no solo en el área penal, que es donde me desempeñaba”.

Añadió que “la Corte de Apelaciones permite a los relatores poder desempeñar un cargo que es de gran responsabilidad y al mismo tiempo permite abrir los conocimientos a otras áreas del Derechos que como jueza de garantía era poco probable que los conociera. Es un trabajo arduo, complejo, pero de una satisfacción laboral enorme, unido a que los funcionarios de la Corte han sido un increíble apoyo, tanto los funcionarios de acta como los de sala, los colegas en la ayuda diaria y el aprendizaje de los ministros, que son quienes resuelven las causas”.

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