El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco condenó a I.A.C.R. a la pena única de 15 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autora de tres delitos consumados y reiterados de abuso sexual de menores de 14 años. Ilícitos perpetrados entre 2006 y 2022, en la ciudad.
En fallo unánime, el tribunal –integrado por las magistradas Priscilla Frantzen Cervantes (presidenta), Cecilia Subiabre Tapia y María Cecilia Zapata Pavez (redactora)– aplicó, además, a I.A.C.R. las accesorias especiales de interdicción del derecho de ejercer la guarda y ser oída como pariente en los casos que la ley designa; la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal, y la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, empleos, oficios o profesiones ejercidos en ámbitos educacionales o que involucren una relación directa y habitual con menores de edad.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas de la sentenciada para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que en fechas no precisadas entre 2006 y 2016, la condenada se encontraba al cuidado de un sobrino en un domicilio ubicado en la ciudad de Temuco, “efectuó actos de significancia y relevancia sexual en contra de la víctima. Además, aproximadamente desde los 6 y hasta los 13 años del menor, la condenada comenzó a desnudarlo de la cintura hacia abajo, y estando ambos desnudos en la cama le efectuó actos de relevancia y significación sexual”.
En tanto, entre 2015 y 2022, I.A.C.R. se encontraba al cuidado de una segunda víctima, un sobrino-nieto, en el mismo domicilio del primer hecho, contra quien efectuó actos de significancia y relevancia sexual, entre los 6 y 13 años del menor.
Finalmente, entre 2014 y 2016, la condenada, en el domicilio de Temuco, efectuó a lo menos en dos oportunidades actos de significancia y relevancia sexual en contra de una tercera víctima, desde que el menor tenía 8 años.