Dos profesores expertos en ética judicial, un chileno y un argentino, fueron los protagonistas de una nueva sesión de trabajo del equipo encargado de la redacción del código de ética del Poder Judicial. En la jornada realizada este jueves, se analizaron diferentes aspectos relacionados con formas de redacción, temas a incluir, análisis comparado, etc.
La ministra de la Corte Suprema, Adelita Ravanales, lideró el trabajo y los profesionales invitados fueron Arturo Onfray y Armando Andruet.
Arturo Onfray, abogado del Departamento de Estudios del Consejo de Defensa del Estado y Profesor Titular Adjunto de la Escuela de Derecho de la Universidad Finis Terrae. Licenciado en Derecho y Educación, Magíster en Sociología del Derecho (MA) y en Teoría del Derecho (LLM) y Doctor en Derecho (PhD) de la Universidad Católica de Lovaina. Miembro de los Institutos Chileno de Derecho Procesal e Iberoamericano de Derecho Procesal y de la Asociación Internacional de Derecho Procesal y redactor de la Guía de buenas prácticas judiciales en temas éticos de la Academia Judicial.
En tanto, desde Argentina estuvo Armando Andruet. Abogado de la Universidad Católica de Córdoba, exvocal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba y con vasta trayectoria en docencia de Ética y Filosofía, Bioética, Ética Judicial, entre otros.
Es presidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Director Internacional de la Cátedra de Ética Judicial de la Escuela Nacional de la Judicatura del Poder Judicial de República Dominica, Coordinador General del Centro de Perfeccionamiento ‘Ricardo C. Núñez’ del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba y Presidente del Tribunal de Ética Judicial del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba.
La ministra Ravanales destacó que es muy importante continuar y dar cuenta de que el trabajo sigue en pie. “Nos hemos contactado con dos expertos de gran calidad. Uno chileno y otro extranjero que amablemente accedieron a compartir con nosotros sus conocimientos y evaluar el trabajo que hemos realizado. Nos coordinamos para poder obtener el mejor proyecto que podamos presentar futura en el futuro al Pleno de la Corte Suprema. Hemos elegido a los dos expertos para que nos puedan aportar en la redacción que sea más concreta de este documento y siempre en forma constructiva nos han hecho las críticas y como equipo lo hemos mirado con la mayor apertura de mira”.
El profesor Onfray resaltó que “los temas éticos son centrales para un buen funcionamiento de la administración de justicia. En cuanto, un juez no solamente necesita tener conocimientos sobre el derecho y los procedimientos, sino que también tiene que tener una adecuada formación valórica para que así su trabajo, que en definitiva, en beneficio de los justiciables, sea de mejor calidad. Y naturalmente, la legitimidad de un instrumento se fortalece en la medida en que es una construcción en la cual se escucha a la comunidad, a las personas que han trabajado en el tema, etc. Finalmente, toda esta discusión ética, el ejercicio ético de la judicatura, impactará sí o sí positivamente en la confianza que la ciudadanía tiene con el Poder Judicial”.
En el marco del AD-1-2024, la Corte Suprema encomendó a la ministra Ravanales la elaboración y puesta en marcha de un plan de acción para diseñar, discutir y proponer un Código de Ética Judicial que resulte aplicable a todos los integrantes del Poder Judicial. En el encargo, el Pleno dispuso que la tarea debía ejecutarse de manera participativa, asegurando la participación de los distintos gremios y estamentos que conforman el Poder Judicial.
"Aun cuando pueda aparecer que la ética judicial tiene todas las cosas dichas, en realidad cada país las puede decir de una manera o perspectiva distinta y ese es el intercambio tan valioso que con un experto nacional y otro extranjero se pueden ir visualizando", dijo el profesor Andruet.