Corte de Rancagua y Fundación Sewell invitan a la exposición artística sobre la vida en campamento minero patrimonio de la humanidad

12-mayo-2025
La actividad -organizada en conjunto con la Fundación Sewell- es gratuita y la comunidad podrá visitarla de lunes a viernes de 8:30 a 14:00 horas en el segundo piso del tribunal de alzada, desde el 14 de mayo al 14 de junio.

En el marco del mes del patrimonio, la Corte de Apelaciones de Rancagua albergará la exposición artística "Sewell, ciudad de ensueños", obra que muestra la vida diaria de los habitantes del campamento minero declarado patrimonio de la humanidad.

La actividad -organizada en conjunto con la Fundación Sewell- es gratuita y la comunidad podrá visitarla de lunes a viernes de 8:30 a 14:00 horas en el segundo piso del tribunal de alzada, desde el 14 de mayo al 14 de junio.

En esta exposición, dos artistas que vivieron en Sewell nos invitan a un viaje íntimo y nostálgico por los paisajes y emociones que marcaron sus infancias en la ciudad de las escaleras.

Liliana Sepúlveda, a través de la pintura, la poesía y su escritura reconstruye no sólo los lugares, sino también las sensaciones, los juegos, los silencios y los vínculos que definieron la vida cotidiana en uno de los enclaves más emblemáticos de la minería chilena.

En paralelo, Héctor Vargas, a través de sus maquetas, reconstruye desde los recuerdos y las fotografías los espacios habitados, en un gesto que preserva la arquitectura con una precisión que sólo el amor por la memoria permite.

“Como Corte de Apelaciones de Rancagua es muy relevante generar estos espacios culturales que permitan a la comunidad de O’Higgins acceder a conocer su historia y patrimonio. Esta exposición nos muestra un relato artístico de lo que fue la vida en la ciudad minera de Sewell, la que cumplió durante décadas un importante rol en nuestra región”, señaló el presidente de la Corte de Apelaciones de Rancagua, Pedro Caro Romero.

“Esta exposición marca un hito para la Fundación Sewell, porque por primera vez son los propios sewellinos quienes, a través de su arte, nos muestran cómo fue vivir en la ciudad minera. Es un acto de memoria profundamente valioso, donde los recuerdos toman forma en pinturas y maquetas, abriendo paso a nuevas formas de reencontrarnos con nuestra historia. Queremos que este sea el puntapié inicial para reunir a más sewellinos y sewellinas que, con sus manos, nos ayuden a preservar y compartir las vivencias del campamento”, señaló Simón Mac-Kay, jefe de patrimonio de la fundación.