El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, reflexionó sobre las mujeres madres y como la sociedad ha avanzado en garantizarles derechos, estableciendo que aun nuestra sociedad tiene retos pendientes en esta materia.
Estas ideas las entregó hoy – viernes 9 de mayo- en una nueva ceremonia de juramento de abogados y abogadas. “La próxima celebración del Día de la Madre constituye una excelente oportunidad para recordar lo que nuestra normativa nacional ha brindado a la maternidad, sin obviar los enormes desafíos pendientes en la materia”.
La autoridad dio cuenta histórica de los avances de la legislación, entre lo que relevó la Ley N° 3.186 de 1917, “en cuya virtud toda trabajadora que laboraba en fábrica, taller, o establecimiento con más de 50 obreras mayores de 18 años, debía asegurar dos fracciones de tiempo de media hora, con cargo al empleador, para alimentar al infante hasta que cumpliera un año de vida”.
Citó la protección a la maternidad obrera, la prohibición del despido sin causa justa de trabajadoras embarazadas, la sala cuna obligatoria, la promulgación del Código del Trabajo de 1931, el descanso maternal obligatorio; el derecho a subsidio; la prohibición de trabajar en labores perjudiciales durante el embarazo y el inicio del fuero maternal con la proscripción de la exoneración sin autorización judicial, el fuero maternal por el período del embarazo y hasta un año después del nacimiento del hijo o hija, el permiso postnatal parental, etc.
Resaltó que todo esto es “uno de los pilares contemporáneos de la equidad de género”. “No obstante los esfuerzos realizados sobre este tópico, aún persisten formas de discriminación laboral por embarazo, son numerosos los retos para abordar la conciliación de la crianza con las obligaciones laborales y existe una brecha considerable en avances decisivos para la corresponsabilidad parental, entre otros aspectos. Por eso, el rol de ustedes, nuevos abogados y abogadas, resulta crucial. Desde sus distintas posiciones laborales podrán contribuir a la defensa, ampliación y profundización de estas prerrogativas”.
“Hoy, al jurar, prometen poner sus capacidades al servicio de una sociedad más justa e igualitaria, imperativo en el cual la promoción de derechos de quienes están en vías de ser madres y la consolidación de las que ya ejercen la maternidad, hace posible no solo alcanzar la equidad de las mujeres que se hallan en tal posición, sino también permite aspirar a un mejor futuro de las nuevas generaciones”, concluyó.