Tras cumplir 46 años en el Poder Judicial y 7 años en la Corte de Apelaciones de San Miguel, el ministro Luis Sepúlveda Coronado recibió una emotiva despedida a la que asistieron ministras y ministros, fiscales judiciales, jueces, relatores, funcionarios y familiares.
La despedida -que se realizó el miércoles 16 de abril- contó con la presencia de las ministras de la Corte Suprema María Angélica Repetto, María Teresa Letelier, María Soledad Melo y el ministro del máximo tribunal Diego Simpértigue.
El ministro Sepúlveda ingresó al Poder Judicial en 1979 siendo nombrado secretario del Juzgado de Letras de Río Bueno. En 1980 asumió el mismo cargo en el Juzgado de Letras de Florida y en 1981 fue nombrado juez titular del Juzgado de Letras de La Unión. En 1984 fue nombrado secretario del primer Juzgado de Letras de Puerto Montt. En 1987 se trasladó hasta la ciudad de Coyhaique donde se desempeñó como secretario del tribunal de alzada. En 1990 fue nombrado juez del 1º Juzgado de Letras de la misma ciudad.
En 2003 fue designado juez con dedicación exclusiva en causas por violaciones a los derechos humanos en la jurisdicción de la región de Aysén. En 2008 es nombrado ministro titular de la Corte de Apelaciones de Coyhaique, desempeñándose además como ministro en visita en más de 20 investigaciones de DDHH. Finalmente, en enero de 2018, la Corte Suprema dispuso su traslado desde la Corte de Apelaciones de Coyhaique al tribunal de alzada de San Miguel, de la que fue su presidente en el año 2023.
La presidenta de la Corte de Apelaciones de San Miguel, María Catalina González, señaló que “para el ministro Luis Sepúlveda Coronado sólo tengo palabras de agradecimiento por su gran aporte a la labor jurisdiccional, a su gran compañía y compañerismo y gran colaboración, siempre en cuanto a lo profesional y a lo humano. Con mucho cariño la Corte de Apelaciones de San Miguel preparó esta ceremonia de despedida en agradecimiento a su destacada trayectoria profesional dentro del Poder Judicial.
En tanto, el ministro Luis Sepúlveda comentó dejar la institución con “un sentimiento de tranquilidad porque siento que he desarrollado mi vocación en el Poder Judicial como nadie. Entré por vocación y me voy después de haber desarrollado una extensa carrera sin arrepentimiento de nada. Muy conforme, realmente era lo que yo quería Impartir justicia es lo que siempre me motivó y lo hice hasta el último día”.
Respecto a sus colegas ministros y ministras, indicó que “guardo los mejores sentimientos, los de mayor reconocimiento son para ellos. Todos me han demostrado sentimientos de amistad, sentimiento de comprensión, de tener a un colega al cual se pudo y se puede recurrir en todo momento. Son mis amigos, pero sobre todo son mis hermanos.
“Al año y medio de estar en el Poder Judicial tuve la posibilidad de desarrollar mi carrera de notario y conservador. Opté por el cargo de juez en la Unión. Pocos lo entienden. Pero el que no lo entiende es porque no sabe lo que significa la vocación de servicio”, agregó.
“Quisiera reiterar mis agradecimientos, a mi familia, mi mujer, mis hijos, mis nietas, mis nueras, a toda la familia judicial, son muy importantes para mí”, finalizó.