En la audiencia de formalización de la investigación, la jueza Francisca Luque López, fijó, además, en 6 meses el plazo de la investigación.
Según el ente persecutor, el 29 de febrero del 2019, la víctima se encontraba junto al imputado y otros dos científicos llevando a cabo una investigación en territorio antártico chileno, específicamente en la Península Byers, al extremo oeste de la Isla Livingston, en las Islas Shetland del Sur,
Víctima y victimario, que ya se conocían de una expedición previa, compartieron carpa en el campamento base y, en ese contexto, el imputado se habría aprovechado de la soledad e inhóspito del lugar para perpetrar la violación en su contra.
Tras ello, la víctima calló lo acontecido y una vez finalizada la expedición y de regreso en Santiago, se sumió en una depresión que la invalidó laboralmente, según indica la evaluación del siquiatra que la atendió.