Una emotiva despedida brindó la Corte de Apelaciones de La Serena a la oficial segundo Mireya Díaz Castillo, quien se desempeñó por 41 años en el tribunal de alzada, ingresando como oficial cuarto en enero de 1983.
En una sencilla ceremonia, en la que participó el Pleno de ministros, fiscales judiciales, relatores y funcionarios y el exministro Juan Pedro Shertzer, el presidente del tribunal de alzada, Iván Corona Albornoz, dedicó afectuosas palabras a la funcionaria que se acogió al incentivo al retiro.
“Mireya, en su trayectoria ha tenido el privilegio y enorme trabajo de ser testigo de las diversas reformas que en los últimos años se han implementado en el Poder Judicial, siempre ha tenido una gran calidez y dispuesta siempre a colaborar con los nuevos funcionarios que llegaban a la Corte, entregando sus consejos y preocupándose de esos detalles que aportan, sin duda, un valor agregado a la labor que desarrollamos a diario, generando espacios amigables y agradables para realizar nuestro trabajo”, señaló.
En representación de los funcionarios, Sandra Jauriat Moya, jefa de la unidad de causas y compañera de labores por más de 29 años, dedicó un emotivo discurso. “Tengo el honor de decir algunas palabras en este momento tan especial para ti, en nombre de mis compañeros y en el mío propio. Desde que nuestro mundo laboral comenzó a cambiar en cuanto a jefes, compañeros, tecnología, y muchas otras cosas, lo que hizo que muchos colegas prefirieran rendirse y dar un paso al costado, tú fuiste perseverante y lograste mantenerte y seguir adelante, “chancado” como tú misma decías, pero te mantuviste ahí, estoica. Y eso es muy elogiable”, manifestó.
Acompañada de su familia, Mireya Díaz se despidió de colegas y ministros, agradeciendo la organización de la ceremonia, y la oportunidad de haber sido parte del Poder Judicial y del grupo humano que compone la Corte de Apelaciones. “Cuando llegué a la Corte mi primera impresión fue que era un lugar muy bello e importante, me siento agradecida de mi paso por el Poder Judicial, conocer a tantas personas y ser parte de los cambios que se implementaron. Sé que, aunque es mi último día, las puertas del edificio estarían abiertas para mí, agradezco el cariño que todos me han entregado”, concluyó.