El Juzgado de Letras, Garantía y Familia de Los Muermos, encabezado por la jueza (s) Fernanda Corp Hoces de la Guardia, conmemoró 26 años de su instalación e inauguración, el 26 de mayo de 1998.
En la ocasión, se recordó a jueces, juezas, funcionarios y funcionarias que han sido parte del tribunal -creado por la Ley 19.298- y a quienes cumplieron labores desde sus inicios, en especial a la primera jueza, Natalia Rencoret Oliva, actual ministra de la Corte de Apelaciones de Coyhaique.
La magistrada Fernanda Corp, funcionarios y personal de servicios, además, brindaron un saludo de reconocimiento a la oficial segundo Marisol Oyarzo Morales, quién es parte de la dotación del tribunal desde el primer día de funcionamiento, el 8 de junio de 1998.
“Han pasado 26 años desde que el Juzgado de Letras, Garantía y Familia abrió sus puertas en la comuna de Los Muermos, con la finalidad de dar satisfacción a los requerimientos de una población que necesitaba contar con una administración de justicia más cercana a sus domicilios”, señaló la funcionaria en su mensaje conmemorativo.
“Agradezco primeramente a la Divinidad la posibilidad de ser parte inicial de quienes desde su creación hasta el día de hoy se desempeñan en esta loable labor como es el mejor acceso a la justicia. En principio, como en todo, con pocos recursos tanto humanos como materiales, pero con ímpetu, profesionalismo, honradez y sobre todo con un espíritu de entrega por el bien común, en especial por los más vulnerados, como son niños y niñas”, agregó.
“Agradezco a tantos jueces -continuó- que han pasado por esta jurisdicción impartiendo y administrando justicia y también a tantos colegas por su entrega y espíritu de equipo. Gracias por lo vivido y lo que hemos compartido y los recuerdos que hemos creado como familia laboral, que no es menor cuando la gran parte de nuestro tiempo lo hemos pasado en este lugar, donde también como humanos que somos hemos traído consigo, alegrías, tristezas, enfermedades, pero siempre con espíritu de superación”.
Finalmente, Marisol Oyarzo llamó a las nuevas generaciones que lleguen a desempeñarse al tribunal a que “continúen esta labor a través del tiempo y que el mismo espíritu de justicia prevalezca siempre en su actuar, recordando que vinimos a ser servidores y servidoras y aprender a ser mejores hasta el último soplo de nuestra existencia. Dios nos guarde”.