Ministro Max Cancino condena a infantes de marina (r) por secuestro con grave daño de dirigente ferroviario

11-junio-2024
El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Max Cancino Cancino condenó a dos suboficiales de Infantería de Marina en retiro, por su responsabilidad en el delito consumado de secuestro con grave daño del dirigente gremial de ferrocarriles Juan José Arancibia Salinas. Ilícito cometido en enero de 1974, en el cerro Placeres de la comuna.

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Max Cancino Cancino condenó a dos suboficiales de Infantería de Marina en retiro, por su responsabilidad en el delito consumado de secuestro con grave daño del dirigente gremial de ferrocarriles Juan José Arancibia Salinas. Ilícito cometido en enero de 1974, en el cerro Placeres de la comuna.

En el fallo (causa rol 308-2017), el ministro Cancino Cancino condenó a Juan de Dios Reyes Basaur y Héctor Vicente Santibáñez Obreque a penas efectivas de 5 años y un día de presidio, más las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras duren las condenas, en calidad de autores del delito de lesa humanidad.

En la resolución, el ministro en visita dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que: “(…) Juan José Arancibia Salinas fue ordenado detener por las autoridades del Servicio de Inteligencia de la Comandancia de Área Jurisdiccional de Seguridad Interior (S.I.C.A.J.S.I.), por su orientación política y actividad gremial en la empresa Ferrocarriles del Estado, desde donde fue despedido en diciembre de 1973, detención que se concretó en una fecha no precisada de enero de 1974 en su domicilio ubicado en calle Moctezuma N° 731, cerro Los Placeres, Valparaíso, alrededor de las 23:00 horas, siendo conducido al recinto denominado Cuartel Silva Palma, en la misma ciudad, lugar en que un grupo especializado de interrogadores pertenecientes a la Infantería de Marina, organizados y coordinados también por los mandos militares, procedieron a mantenerlo encerrado sin orden judicial legítima que lo justificare, interrogarlo y torturarlo mediante diversas técnicas, entre ellas, golpes y aplicación de corriente eléctrica en su cuerpo, siendo luego trasladado hasta el Hospital Naval, ubicado en Playa Ancha, debido a la gravedad de las lesiones producidas con ocasión de dichas torturas, permaneciendo allí hasta febrero de 1974, fecha en que fue liberado”.

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