El Primer Juzgado de Letras de La Serena conmemoró 200 años desde su instalación en mayo de 1824. Sus orígenes se remontan a la Constitución Política de 1823, que dispuso su creación, misma que dispuso que ese año se instalara la Corte Suprema de Justicia, como símbolo de la soberanía y el orden republicano.

En una sencilla ceremonia se rememoraron sus inicios hace dos siglos, cuando su primera morada fue en la intersección de las calles Arturo Prat y Manuel Antonio Matta. Posteriormente el tribunal se trasladó al edificio patrimonial que cobija actualmente la Corte de Apelaciones frente a la Plaza de Armas, y hace dos años ocupa las dependencias en calle Rengifo, lugar donde funcionara la antigua pisquera Control, como reflejo de su evolución y adaptación a los tiempos.

La magistrada Karla Malebrán Torres, actual jueza titular del tribunal, que posee jurisdicción sobre las comunas de La Serena y La Higuera, destacó el trascendente papel del juzgado en el asentamiento del Poder Judicial en la región de Coquimbo, el que fue instalado 25 años antes que el tribunal de alzada. “Fue el primer tribunal de la región de Coquimbo, que durante sus primeros años tuvo competencia en todo el norte del país. Es un desafío para proyectar los próximos años de la judicatura civil en esta ciudad y un orgullo ser la segunda mujer que ocupa el cargo de jueza en este primer Juzgado de Letras de La Serena”, indicó.

En la oportunidad, el presidente de la Corte de Apelaciones, Iván Corona Albornoz, que encabezó la ceremonia junto al Pleno de ministros, resaltó la labor de los más de treinta magistrados y magistradas que se han desempeñado en el juzgado a lo largo de su historia.

“Son dos siglos de historia en los que han pasado muchos connotados personajes como jueces de este tribunal, y han dejado una huella tanto en la historia como en el ejercicio de la función jurisdiccional en nuestro país, por supuesto que ello es muy relevante para la región y para el país”, manifestó el ministro.

En la ceremonia, participaron además autoridades regionales y académicas, jueces y funcionarios, y fueron invitados especialmente los abogados y académicos Daniel Bravo Silva y Manuel Cortés Barrientos, y la exfuncionaria Carla Huez Olivares, quienes dieron cuenta a los presentes de la evolución del tribunal.

“La trayectoria del poder judicial, donde yo comencé en el año 84’ ha ido variando tanto la formación de los procedimientos, al pasar de manuscrito a máquina, luego computación y la parte electrónica, ha sido un cambio bastante grande, ha sido una bonita experiencia y contenta de haber estado en todo tipo de cambios para los nuevos procedimientos”, manifestó la ex oficial tercero del tribunal.

Como recuerdo de este importante hito, en la ceremonia que contó con la presentación musical del conjunto de guitarras del Colegio Claudio Arrau de Coquimbo, se develó una placa conmemorativa de los dos siglos y se exhibieron objetos patrimoniales utilizados en el tribunal en la historia de sus 200 años.