El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, aseveró que jueces y policías apuntan su trabajo a valores compartidos y que el respeto por las garantías de las personas debe ser un tema que englobe la relación de seguridad y justicia.

La autoridad se refirió a un nuevo aniversario de Carabineros de Chile y la relación con la función jidicial en su tradicional discurso en la ceremonia de juramento de abogadas y abogados.

“Debo resaltar la constante interacción que existe en el desarrollo de sus carreras entre abogados, jueces y policías pues en la misma problemática, representan segmentos distintos, pero que se complementan, ya que dichos actores y partícipes del proceso resultan indispensables para la aplicación y cumplimiento de la ley, puesto que sus acciones están dirigidas al respeto y obediencia del Derecho con lo cual se contribuye a conformar una sociedad más justa y democrática”, explicó.

La autoridad destacó que “en el ámbito judicial, el imperio de las resoluciones que dictan los magistrados tiene correlato directo con las fuerzas de orden y seguridad pública, representadas por Carabineros de Chile, cuya misión primordial es dar eficacia al Derecho, garantizar el orden público y también la seguridad pública interior en la forma que determina su ley orgánica”.

El presidente enfatizó que en aquellos casos que es necesario el uso de la fuerza por parte del Estado y la participación directa de carabineros para restablecer el imperio del derecho, “estas circunstancias tienen como límite aquel que emana de la protección de los Derechos Humanos y siempre en su accionar se deben respetar los principios de legalidad, proporcionalidad, necesidad y distinción”.

Sobre la discusión pública en temas de seguridad y justicia, el presidente Ricardo Blanco resaltó que “el desafío más relevante de este último tiempo de jueces y policías no es elegir entre seguridad y garantías, sino en cómo se potencian ambos conceptos, simultáneamente, es decir, el reto consiste en proteger la seguridad pública sin renunciar a los valores y garantías que constituyen la esencia del status jurídico”.

Para  finalizar, concluyó que “este momento crucial representa una oportunidad para reafirmar la unión de esfuerzos y compromisos de jueces y policías hacia una finalidad compartida: instar por una sociedad plena, más segura, equitativa, en armonía y con paz social. Este ideal, sin duda, es digno de ser realzado”.