El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco Herrera, llamó a los nuevos abogados y abogadas a cumplir su profesión leal y honradamente con el fin de beneficiar a toda la sociedad.
En la ceremonia de juramento de hoy miércoles – 6 de marzo- en la que participaron 125 postulantes desde las Cortes de Apelaciones de Arica, Iquique, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Rancagua, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Coyhaique, Punta Arenas y desde la Corte Suprema, la autoridad destacó que “el sistema de justicia en su conjunto y la confianza que la ciudadanía deposita en él, exige de todos sus intervinientes –entre los cuales desde hoy se cuentan ustedes- que ajusten su conducta a la dignidad de la justicia, al respeto de los derechos fundamentales de la persona humana, y que practiquen la lealtad y la buena fe en su sentido más amplio”.
Enfatizó que son los abogados y abogadas los que deben proteger y defender el Estado de Derecho: “La justicia y la verdad, no se alcanzan por cualquier medio. En el alma de abogados y abogadas que genuinamente abrazan estos ideales, vibra el derecho. La verdad es crucial en el entendimiento de las partes en conflicto, por lo que en su expresión más auténtica se la describe como un acto de justicia ”per se” y esta última acción constituye realmente la victoria de la verdad, así, justicia y verdad son indisolubles. En el laberinto de la vida, en medio del litigio judicial, en las complicadas relaciones humanas, en el solitario ejercicio del poder, vuestro faro de luz debe ser primordialmente la justicia, pues aquí radica, la nobleza de esta profesión, y es que el abogado debe estar siempre a su servicio. Enfatizo esto, para que no se olvide que la investidura que hoy han recibido, tras años de estudio, es un título que los habilita para convalidar, proteger y fortalecer el Estado de Derecho”.
“Ustedes son desde hoy actores relevantes de la vanguardia del sistema de justicia, y el futuro los encontrará en una posición de privilegio para asumir la noble tarea de resguardar con esmero la vigencia del orden jurídico. Solo así se podrá imponer la justicia en toda su magnitud para conducirnos a una mejor sociedad, más plena e igualitaria que posiblemente redundará en un país con mejor calidad de vida, de lo cual podrán sentirse orgullosos por su aporte desde el mundo del derecho y la justicia”, concluyó.