El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Copiapó condenó, con costas, a Edinson Javier Marrero Escorcha a la pena de presidio perpetuo calificado, en calidad de autor del delito consumado de robo con homicidio. Ilícito perpetrado en Chañaral, en septiembre de 2022.
En fallo unánime (causa rol 219-2023), el tribunal –integrado por los jueces Alfonso Díaz Cordaro (presidente) y Mauricio Pizarro Díaz (redactor)– dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que entre las horas de la noche del 7 y la madrugada del 8 de septiembre de 2022, “(…) MARRERO ESCORCHA concurrió hasta el domicilio de Leonardo Javier Villalobos Barraza, compartiendo con él bebidas alcohólicas y viendo películas. Luego de aquello, la víctima Villalobos Barraza se acostó en su cama atendido el estado de ebriedad en que se encontraba, 2.01 gramos de alcohol en la sangre, y el imputado MARRERO ESCORCHA procedió a sustraer especies de propiedad de la víctima, entre ellas un televisor con control remoto marca NEX. En ese momento y con ocasión del robo que se ejecutaba, el imputado actuando sobre seguro atacó a la víctima Leonardo Javier Villalobos Barraza, mientras permanecía en su cama, apuñalándolo en 10 ocasiones, en cuello, pecho y espalda con un cuchillo tipo cocinero de 29 centímetros de largo. Siendo la herida cortopunzante cervical izquierda, fue la que en su trayecto alcanzó y seccionó parcialmente la arteria carótida común izquierda, provocando una inmediata hemorragia masiva que le significó a la víctima un shock hipovolémico que le causó la muerte”.
“El imputado EDINSON JAVIER MARRERO ESCORCHA luego huye hasta su domicilio de calle Mc Iver Corta de Chañaral, lugar donde oculta al interior de su carpa el control remoto robado, el que posteriormente fue incautado por las PDI, junto con otras evidencias que mantienen sangre de la víctima”, añade.
El tribunal aplicó, además, a Marrero Escorcha las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos por el tiempo de la vida del penado y la de sujeción a la vigilancia de la autoridad por el máximo que establece el Código Penal.
