El ministro de la Corte Suprema Jorge Dahm Oyarzún fue el encargado de dar el discurso para las nuevas y nuevos abogados que juraron hoy – 27 de diciembre- desde  el Palacio de Tribunales de Santiago y las Cortes de Apelaciones de Arica, Iquique, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Talca, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Coyhaique y Punta Arenas.

Si bien la tradición es que el presidente de la Corte Suprema, Juan Eduardo Fuentes Belmar, brinda las palabras centrales, esta vez fue diferente ya que la máxima autoridad cedió la responsabilidad al ministro Dahm quien este viernes deja el Poder Judicial tras 50 años de carrera.

“Lo primero que aprendí, y me costó, es escuchar y escuchar no es simplemente abrir los oídos para que me entren las palabras y el cerebro las procese, sino que es escuchar con el corazón, con sentimiento, con una humanidad que todos llevamos dentro", explicó.

Destacó que “no existen los “buenos buenos” o “los malos malos”, hasta estos últimos tienen gestos de amor con sus hijos, por ejemplo, y los más buenos pueden cometer tropelías bestiales, de manera tal que siempre hay algo de verdad en lo que el otro plantea. He aprendido también a dejarme persuadir por el otro, eso no quiere decir abandonar mis ideas ni mis posiciones, sino que me impide mantener posiciones rígidas “esto es así porque lo dije así” “esto es así porque lo aprendí así”, no… se debe escuchar, tratar de ser flexible y captar la parte de verdad que tiene mi contraparte”.

“También es importante ser consecuente, no puedo estar día a día cambiando de posición, un día sí y al otro día no, lógicamente podría hacerlo, pero ello debe ser razonado siempre explicando que me llevó a cambiar de posición.  Aprendí también a abandonar los prejuicios, que lamentablemente es un mal que llevamos todos, las personas por el sólo hecho de serlo debemos aceptarlas íntegramente con sus diferencias inclusive”.

Resaltó finalmente que el buen trato y el humor son fundamental para mantener el respeto y las relaciones humanas sanas.  “Para todo lo anterior es necesario estudiar y razonar, el derecho para ejercerlo hay que estudiar mucho, pero reflexionar más aún. La justicia es un bien bastante difícil porque es distinta caso a caso, no se puede aplicar el mismo molde a uno y otro. El derecho es un camino muy amplio por lo demás, el derecho cambia, la vida cambia también muy rápido, más aún hoy en día” , concluyó