Ministra Yolanda Méndez somete a proceso a exagentes de la CNI por aplicación de tormentos

01-abril-2021
En la resolución (causa rol 15-2018), la ministra Méndez Mardones encausó a los exagentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) Carlos Alberto Fernando Herrera Jiménez y Óscar Alberto Boehmwald Soto, en calidad de coautores del delito.

La ministra en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Concepción, Yolanda Méndez Mardones, dictó auto de procesamiento en la investigación que sustancia por el delito consumado de aplicación de tormentos. Ilícito perpetrado en noviembre de 1983, en la ciudad.

En la resolución (causa rol 15-2018), la ministra Méndez Mardones encausó a los exagentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) Carlos Alberto Fernando Herrera Jiménez y Óscar Alberto Boehmwald Soto, en calidad de coautores del delito.

En la etapa de investigación de la causa, la ministra en visita logró establecer que alrededor de las 5 de la madrugada del 3 de noviembre de 1983, la víctima Margarita Sepúlveda Reyes fue detenida por un grupo de agentes de la CNI en su domicilio, ubicado en la población Lorenzo Arenas de la ciudad de Concepción, en el marco de un operativo de búsqueda de armas, quienes la subieron a uno furgón en que se movilizaban.

“Que introducida al vehículo, inmediatamente le pusieron una venda en los ojos, mientras el furgón se ponía en marcha hacia un lugar desconocido. Que tras un trayecto de alrededor de 15 minutos, el vehículo se detiene, a empujones la hacen entrar a un lugar en donde había una música estridente, que posteriormente supo correspondía al Cuartel Bahamondes de la CNI en Concepción, ubicado en calle Pedro de Valdivia de esta ciudad. En ese lugar, vendada, la golpean repetidamente en la cara y orejas, mientras era interrogada respecto de sus actividades políticas instándola a entregar nombres de las personas con las que trabajaba.

Que durante el interrogatorio es careada con Andrés Ruperto Henríquez Reyes, y obligada a presenciar cómo lo golpeaban delante de ella. Más tarde es llevada a otra habitación de la casa donde había música muy fuerte y un ruido ensordecedor, privándole del sueño con ese ruido ensordecedor durante horas.

Que pasadas algunas horas la desatan, la bajan al primer piso y la suben a un furgón, tapada con una frazada que resultaba asfixiante, percibiendo que iba más gente en su misma situación, transitan a través de un puente sobre el río Bío Bío ya que en ese lugar se detiene el vehículo, siendo amenazados que iban a ser lanzados al río; sin embargo reanudan la marcha dándose cuenta que iban hacia Coronel al sentir el desnivel característico del puente Los Batros.

Que finalmente llegan a un recinto que más tarde reconoce como Playa Blanca, Coronel, y que era de propiedad del Ejército, según se ha constatado de la investigación. Que ingresada a un dependencia, sentía llantos y gritos ya que se estaba torturando, y allí permaneció durante toda la noche.

Que, a la mañana siguiente es llevada a otra dependencia donde es obligada a desnudarse para luego tirarla a una parrilla metálica, siendo sometida nuevamente a episodios de golpes, y tras sufrir una crisis de pánico provocada por las amenazas de aplicarle corriente eléctrica, es revisada por un médico a quien le dice que está embarazada, de manera que sus captores la dejan allí vendada y amarrada a esta parrilla; la víctima mientras tanto oía los gritos de su amigo Ramón Pérez a quien estaban torturando.

Que horas más tarde, ya vestida, es llevada a un lugar aislado donde la obligan a permanecer de pie por largas horas, y custodiada por alguien que la obligaba a mantener la posición y marchar en el lugar; allí permaneció alrededor de dos o tres días, privada de agua, alimentos y sueño.

Que al cabo de un tiempo indeterminado, mientras la víctima sufría con el convencimiento que tenían prisioneros a su marido e hijas, la hicieron bañarse, le tomaron fotografías, y la hicieron firmar una declaración sin permitirle leerla, indicándole que iba a quedar en libertad, no sin antes amenazarla con ser aprehendida nuevamente, y en ese estado la fueron a dejar a su casa en el mismo furgón blanco en el que llegaron a detenerla”, detalla la resolución.

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