Positivas noticias surgieron luego de la primera reunión de evaluación del convenio que mantiene la Corte de Apelaciones de La Serena con las clínicas jurídicas de las universidades Católica del Norte, Santo Tomás y Central, ya que se decidió continuar con el trabajo -que comenzó en septiembre del año pasado-  y a través del cual profesionales de las casas de estudios  ejercen el rol de curador de niños, niñas y adolescentes en causas de menor complejidad.

“Tanto los tribunales beneficiados como las tres clínicas manifestaron la necesidad de que esto se mantenga porque ha traído muy buenos resultados. Se destaca potentemente el compromiso que han tenido los profesionales que han ejercido este rol y además los alumnos que están acompañándolos. Así que estamos con la buena noticia de que esto se va a mantener de manera indefinida, precisando algunos aspectos que pudiesen mejorar cierto funcionamiento”, explicó el ministro encargado de los asuntos de Familia del tribunal de alzada, Felipe Pulgar Bravo.

Para la encargada de la clínica jurídica de la Universidad Central, Daniela Salgado, el convenio ha sido un desafío profesional como equipo. “A propósito de esta mirada nueva que tenemos que dar en la litigación, pero a la vez también desde el punto de vista académico, también resultó un tremendo desafío con nuestros estudiantes. El cierre del año ha sido súper enriquecedor por el compromiso de nuestros estudiantes de la Universidad Central y para nosotros como profesionales también, porque nos ha significado aprender significativamente de este rol que estamos ejerciendo”.

Así también para la alumna egresada de derecho de la Universidad Santo Tomás, Ana María Leal, la experiencia ha sido muy enriquecedora. “El punto de acercamiento que tenemos en terreno, en la práctica, estar presente en una audiencia, poder individualizarnos, saber cómo es el esquema de participar en estos procedimientos, y poder ayudar más que nada a los niños que lo necesitan ha sido lo principal y también una motivación en lo que estamos haciendo y a lo que vamos a hacer el día de mañana como profesionales, así es que lo encuentro genial. Como clínica hemos estado muy agradecidos de tener este acercamiento y de que la universidad sea partícipe para ayudar en la región”.

En tanto para los tribunales que se han visto apoyados por estas curadurías de las clínicas el resultado también es positivo y así lo expresa la magistrada Amaya Morras Rathgeber.  “Ha sido una experiencia muy favorable. Se ha observado compromiso por parte de los curadores. Ha sido enriquecedor y ahora va a ser aún más importante atendido el problema de la no contratación de abogados por parte de la Corporación de Asistencia Judicial. Así que estamos muy esperanzados en poder, ahora que va a tener carácter de definitivo o al menos indefinido, darle mayor fuerza”.

El convenio firmado el año pasado es parte de las iniciativas impulsadas por la mesa interinstitucional de familia de la Corte de Apelaciones, que busca efectivizar los derechos de niñas, niños y adolescentes a través de políticas concretas en diversas áreas, y que tendrá su primera reunión del año la próxima semana, instancia en la que cada comisión proponga su trabajo anual.